Tiuyacu: aposento terrenal de aguas subterráneas

Un destino que todo turista debe incluir en su plan de viaje por el Perú. Actividades lúdicas, gastronomía y un gran ecosistema confluyen en un solo lugar.

El Perú no deja de sorprendernos con sus encantos y, por ello, está considerado como uno de los destinos obligatorios de todo viajero. Lejos de las grandes metrópolis y los lujos citadinos, la naturaleza nos alcanza en la región San Martín, específicamente en el distrito de Segunda Jerusalén, a quince minutos de la ciudad de Rioja. Aquí nacen las fuentes del río Yacu, un atractivo formado por corrientes subterráneas, en cuyo lecho descansan árboles que le dotan un clima paradisiaco, propio de la selva.

Al tratarse de aguas del subsuelo mantienen un aspecto diáfano –limpio y cristalino–, las cuales resaltan el color turquesa que poseen. En contraste con el clima, estas son bastantes frías pero el calor promueve el escenario perfecto para gozar de un buen baño.

Dentro de las actividades que concitan el interés se encuentra el deslizamiento a través de la corriente del río, donde los visitantes pueden rentar una cámara flotante y dejarse arrastrar por la tenue fuerza de las aguas, constituyéndose en un esparcimiento familiar. Por otro lado, la gastronomía oriental se erige como el complemento perfecto: ceviche de paiche y doncella, tilapia frita, tacaco con cecina, chaufa regional, etc., figuran entre los platos típicos.

Los turistas y visitantes lograrán disfrutar de cada uno de estos atractivos en un mismo lugar: Tiuyacu, ubicado en el Altomayo, es la alternativa para quienes buscan emular las tradiciones y sentir los encantos de la naturaleza.