Walter Hidalgo, el padre de los paiches de la selva alta
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No tuvo ni tiene ni tendrá miedo por más que los recuerdos sigan frescos. Su vida estuvo pendiendo de un hilo teñido de sangre. Sendero Luminoso lo tenía en la mira. No solo a él, también a sus familiares y amigos. Algunos de ellos fueron asesinadoscuando la vida no valía nada en Tingo María (Leoncio Prado, Huánuco).
"Fui el porcicultor el más grande de toda la región, pero vino Sendero y me destruyó la vida. Perdí a mi familia. También a mi guardián y a su esposa de siete meses de gestación. Saquearon y quemaron mi hogar. Me dejaron en la ruina. Tuve que migrar a otras ciudades en busca de un trabajo", recuerda Walter Hidalgo, mientras su mirada se pierde en el horizonte verdoso.
Vista panorámica de Villa Hidalgo, un refugio de vida.
Y es que el grupo terrorista lo quería eliminar si o si para quedarse con sus terrenos ysembrar la mal usada hoja de coca. Es así que Walter, entre lágrimas y mucho dolor, le dijo adiós a su tierra natal sin imaginar que, tarde o temprano, regresaría. "Esperé mucho, hasta que Fujimori proclamó en el 98 una ley en que las victimas del terrorismo podían recuperar sus predios", revela.
Muchos de los afectados lograron volver a casa y recuperar la posesión de sus tierras en 2002. Ni bien puso un pie en Tingo María, Walter se dedicó a cultivar arroz hasta que recibió su primer curso de piscicultura tropical; entonces, empezó a predicar a las comunidades campesinas que existen muchas alternativas de sustitución de la coca.
Milagroso paiche
Y en esas idas y vueltas logró lo imposible: dejar boquiabiertos a todos mientras contradecía muchos estudios científicos. Y es que Walter Hidalgo, quien le dijo no al narcoterrorismo, es el responsable de mudar a los paiches desde la selva baja (150 m.s.n.m.) hacia un nuevo ecosistema: selva alta (650 m.s.n.m.)
El paiche es el pez más grande de la Amazonía peruana.
Así es. Tal y como se lee. "¿Y es que dónde se ha visto eso?", se preguntaron los científicos, biólogos y todas las personas que no creían que el gran pez de la Amazonía se pudiera adaptar a las condiciones ambientales de la selva de Huánuco. Pero sucedió para sorpresa de aquellos hombres de poca fe.
Pero Walter no volvería a sentir ninguna duda. Los paiches las ahogaron en las piscigranjas, al igual que todos los recuerdos del terror que le tocó vivir en los 90. Un salvavidas que fue recíproco. Y es que la especie hidrobiológica está en peligro de extinción por la pesca indiscriminada, una situación que podría revertirse en piscigranjas como Villa Hidalgo.
En este espacio se hicieron estudios tras estudios por más de tres años, hasta que se consiguió que una pareja de especímenes adultos se reprodujeran. Y nacieron más de 1 000 alevinos de paiche; entonces, la comunidad científica mundial puso sus ojos en la 'Ciudad de la bella durmiente', donde estos peces de excelente valor nutricional tiene un padre. ¿Su nombre? Walter Hidalgo.
Ahora el 'Hijo pródigo de Tingo María' se proyecta al valle del Mozón, donde 'solo ingresaban los machos'. "Buscamos que los excocaleros cambien su historia y vean que existe una gran alternativa de negocio sin hacer daño a nadie", confiesa el hombre que no tuvo, ni tiene ni tendrá miedo por más que los recuerdos sigan frescos.
Las personas pueden pescar y cocinar sus propios alimentos en Villa Hidalgo. Foto: Ricardo Ramos
El dato
En Villa Hidalgo los visitantes pueden pescar, bañarse y degustar los mejores platos amazónicos. Próximamente se habilitarán bungalos.
La Ruta
Dónde: Villa Hidalgo, kilómetro 9 de la carretera Tingo María - Pucallpa.
Tiempo: 10 minutos desde Tingo María.
Ingreso: Gratuito
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